lunes, 5 de diciembre de 2011

Viaje a Japón, continuación

Continuación, primer día,

Fácil moverte, compras un billete para la zona donde vayas de Tokio y te indican todo de una manera sencilla. El camino es largo, una hora y pico, pero variado. Primero bosques con los colores otoñales, salpicados de casas pequeñas y zonas residenciales. Solo algún edificio grande, generalmente hoteles internacionales....
Hasta que entras en zona industrial y, de repente, el gran puerto y los macro edificios. Pasas el Puente del Arco Iris y ves es skyline de la ciudad. He tenido la mala suerte de llegar en un día lluvioso y gris, pero aún así los colores de los anuncios gigantes en letras japonesas deslumbran.
Llego a la estación de bus de Shibuya y ya está Shogo esperándome para ir a su casa. Shogo es medio argentino medio japonés. Lleva una empresa musical y es el responsable de que en Japón disfruten de música latina y mestiza y de que en otros países, como España, podamos ver grupos y Djs japoneses.
Su casa está en el barrio de Shibuya, uno de los cotizados actualmente y no muy lejos de la estación de metro desde donde te mueves a cualquier lado. Es una casa de dos pisos, entre tradicional y Occidental, rodeada de tierra y plantas y de calles estrechas, muy típicas en las películas japonesas. Me recomienda no dormir hasta que sea de noche para pasar rápido el jetlag y aunque me muero de sueño (llevo dos noches sin dormir apenas unas horas a intervalos en el viaje) aguanto charlando con Shogo, Txako (su pareja) y con Rude que ya lleva dos días por aquí. Comemos en casa, Shogo es un buen cocinero y nos vamos por el barrio a ver las calles. Tiendas de todo a 100 (100 yenes equivalen a un euro) con material variado pero no chino sino con calidad japonesa, negocios de todo tipo, bares y gente, mucha gente.....me gusta el silencio y la limpieza que hay. Tomamos una caña en un bar de fans de Rude y vamos a cenar a un Sushi de verdad, para obreros. Con asientos en la barra redonda y la cinta que lleva los platos recién preparados. Puedes coger lo que quieras o pedirte otros platos, como la sopa de mijo, deliciosa que nos tomamos. Amontonas los platos y a pagar. Para beber tienes varios grifos de agua caliente y bolsitas de té gratis, o bien cerveza o refrescos. Si no bebes nada que no sea té sale económico cenar ya que los platitos salen a 1,20 o a 2,50 y con 4 o 5 ya has cenado. El sueño se va apoderando de mi de manera vertiginosa. Mañana salimos temprano para el primer concierto y hay que preparar la maleta para los tres días que estaremos por el norte.

Viernes 2

Ya estamos en otra ciudad, Niigata, en el norte. Hemos pasado las montañas llamadas los Alpes japoneses, llenos los bosques de colores otoñales y en lo alto de nieve. Salimos temprano de Tokio en bus, cómodo, ancho, silencioso ( está prohibido el uso de lo móviles) y el viaje resultó de lo mas agradable.
Estoy en el garito donde vamos a pinchar, y ya hemos probado sonido y cenado pescadito y verduras frescas, alucinante...ahora, mientras pinchan los djs locales estaba mirando a la calle y veía a tanta gente en bici que he pensado lo agradable que puede ser un lugar bien ordenado y con respeto por todos y todo. Preparando al sesión!

Domingo 4

Estamos de nuevo en carretera camino a Morioka donde actuamos esta noche.
Ayer fue buena sesión en Akita, pincharon djs locales, Txako, Tz, Satol F. de Caribbean Dandy, Togo, Rude y yo.....en un club-restaurante muy agradable. Un público excelente, animado y bailón. Es alucinante como cantan con los temas en castellano, catalán o euskera.

El camino entre Niigata y Akita, ambas ciudades en la costa del Mar de Japón, enfrente de Corea y Rusia es hermoso. Montes de colores y costa marítima. Zona de pesca, vemos pdddrueblos pesqueros, pueblos agrícolas....el Japón rural, verdadero espejo del país, no tiene nada que ver con la imagen de las ciudades que nos llega a occidente. Paramos en un restaurante al lado del mar a comer pescado, delicioso, con sopas y arroz. llegamos a Akita ya de noche. llevo muy mal que a las 16.30 se oscurezca el día, aprovechamos poco el sol.
Y sigo en la carretera viendo bosques y pueblos pequeños con arrozales, me gusta el norte. Llegamos a Morioka nevando un poco y viendo la nieve y el sol en el ultimo tramo del camino.

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